Tú mandas sobre tu mente y ésta decide cómo es tu vida. Esto puede sonar muy abstracto, pero es tan concreto como utilizar bien nuestro pensamiento. Se trata de  darle a nuestro cerebro los cuidados que necesita para que repercuta en nuestro bienestar.
¿Con qué “alimentamos nuestra mente”? Con emociones, con pensamientos… Por ello, si somos capaces detomar las decisiones adecuadas con nuestros pensamientos y nuestras emociones cambiará nuestro lugar en el mundo. Podemos gestionar lo que metemos en nuestro pensamiento de manera proactiva para activar nuestra mente en la dirección que nosotros queremos y así encaminarnos hacia nuestras metas.
Lo primero es delimitar tus objetivos, y lo segundo es decidir qué tiempo y esfuerzo  vamos a dedicar para mejorar el funcionamiento. Viviendo aprendemos algunas estrategias, pero imagina lo que puedes lograr con unentrenamiento específico.
La neurociencia es la forma de demostrar que la consciencia y el enfoque tienen una manifestación biológica.
En nuestras decisiones participan muchas partes sobre las que no hemos reflexionado, y pueden ser experiencias del pasado, aunque también la rutina pesa lo suyo…
Si adquirimos hábitos saludables también para nuestro pensamiento, tal y como hacemos con lo que comemos, o los productos que utilizamos con nuestra piel, o la ropa que elegimos, con la adecuada constancia lograremosoptimizar nuestras capacidades, y enfocar todos nuestros esfuerzos hacia la consecución de nuestros objetivos.
Debemos identificar qué pensamientos nos están frenando en nuestro camino para ser la mejor versión de nosotros mismos. Son “autosabotajes”, es ruido mental, y podemos aprender a dirigirlo, son sólo funciones cerebrales, para que cada día el input que entra en nuestro pensamiento sea algo que nos ayude a conseguir nuestros objetivos. Esto supone aceptar el cambio como parte de la vida, y desvincular de emociones aquello que nos impactó en el pasado.
Pensemos en nuestro cerebro como lo que es, un órgano que busca economizar el gasto de energía. Tomando laanalogía de un motor, nuestro cerebro utiliza distintas marchas, que son las ondas cerebrales, y que podemos regular. Si insistes en mantener siempre la misma marcha, la fatiga te frenará, si las combinas adecuadamente, tendrás momentos de descanso que es donde la creatividad aflora.
¿Te animas a tomar decisiones sobre tu vida?

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