Hacía más de dos años que no escribía un artículo, y no por falta de ganas. Quizás la excusa que más me ponía era la falta de tiempo, pero reconozco que en la realidad eso no era cierto, ya que siempre tienes unos minutos a lo largo del día para sentarte y dejar que te fluyan las palabras. Era algo más profundo y y a la vez más sencillo, uno de los péndulos mentales más típicos que todos tenemos: La obligación y la pereza que se convierte en falta de compromiso. Había perdido mi motivación y faltaba a mi palabra cuando me decía que iba a escribir otro artículo y no lo hacía, ya que mi actitud estaba en la obligación.

Lo que me abrió los ojos a este patrón, fue un curso que hice hace escasamente un mes, en el cual entre otras muchas cosas, se hablaba del compromiso y la importancia de cumplir cuando nos comprometemos con nosotros mismos o con los demás. En mi caso tomé conciencia de las muchas veces que me habia comprometido a hacer algo y luego no lo había cumplido. ¿Cómo iba a transmitir fiabilidad y compromiso a las personas que me rodean si yo soy el primero que en ocasiones no cumplo lo que me propongo? ¿Cómo me puedo enfadar con las personas que se comprometen conmigo y luego no cumplen si yo también hacía lo mismo en determinadas ocasiones? ¿Qué valor le doy a mi palabra cuando no la cumplo? Encontrarme de frente con esta realidad en mi vida fue como una gran bofetada que me sirvió de revulsivo para tomar conciencia y tomar la decisión de ser fiel a mi palabra: si me comprometía a algo lo cumplía y punto, y si creía que no iba a poder comprometerme entonces no me comprometía. Cada vez que no cumplía mi palabra le estaba diciendo a mi subconsciente que mi palabra no valía nada.

Ahora que soy más consciente del valor de mi palabra, siento que he crecido, que soy más grande porque lo que me hacía pequeño era mi falta compromiso conmigo mismo. Nadie me obliga, yo elijo ese compromiso desde la motivación. Siempre estamos creciendo y aprendiendo, y doy las gracias a todos esos espejos que me pone la vida para verme reflejado y poder cambiar aquello que no me gusta de mi mismo.

GRACIAS!

David Gómez

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