Al menos sería bueno que nos los cuestionáramos. Aceptamos sin rechistar nuestros pensamientos que generan miedo e inseguridad en nosotros mismos sin preguntarnos si son verdad, si tienen alguna base en que se puedan probar. Al final somos prisioneros de nuestros propios pensamientos.
Te invito a que hagas la prueba cuando te asalte un pensamiento negativo. Pregúntate si es verdad ese pensamiento, cuestiónatelo, ¿tienes la certeza absoluta de que ese pensamiento es cierto? no lo des por válido sin antes pasarle este filtro. Verás que ese pensamiento no se puede sostener sobre un fundamento real y es falso.
Cuestionándotelos poco a poco te liberarás de ellos y te darás cuenta que tú no eres tus pensamientos.
David Gómez
Coach Personal
Madrid, 31 de agosto de 2008