Trabajar la falta de enfoque es uno de los objetivos que me suelen plantear mis clientes en las sesiones de coaching. La falta de metas concretas y no tener bien definido cuál es tu propósito de vida o misión, el ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es mi cometido en esta vida?, hace que no nos podamos enfocar en lo que realmente queremos y trabajar en pos de ello. La dispersión mental es otro condicionante importante que nos impide enfocarnos, ya que vivimos en un mundo lleno de estímulos externos que nos distraen de nuestro objetivo o meta principal.
El enfoque es una de las herramientas más potentes que tenemos para trabajar con la mente, ya que donde tú te enfocas y pones tu atención, eso crece en tu vida y se manifiesta. Todo pensamiento en el que te enfocas de forma continuada y repetitiva acaba creándose en tu realidad, da igual si es potenciador como limitante. De ahí la importancia de tomar consciencia y saber en qué pensamiento nos estamos enfocando. Por ejemplo, el ruido mental o parloteo interior que todos tenemos en nuestra mente es poco amigo del enfoque potenciador, siendo habitual que se centre en pensamientos limitadores y autosaboteadores. Poder re-enfocar estos pensamientos y convertirlos en positivos hace que nuestro diálogo interno mejore, cambiando nuestra forma de vernos a nosotros mismos y ver nuestra realidad.
Puntos a trabajar para mejorar nuestro enfoque mental:
1.- Lo primero de todo es definir o tener claro en qué pensamiento te quieres enfocar para darle poder. Podemos trabajar con varios pensamientos de forma secuencial. Para ello, es necesario preguntarse la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que realmente quiero ser/hacer? Inicialmente puede que tu mente te conteste inmediatamente con un “no sé”. No te des por vencido y continua escuchándote hasta que salga de ti la respuesta. Recuerda que todas las respuestas están en tu interior.
2- Mantener el enfoque mental de estos pensamientos durante días, semanas e incluso varios meses. Es imprescindible ser constante en tu enfoque, ya que cuanta más energía y atención enfocada pongas en estos pensamientos, antes los comenzarás a materializar. Por ejemplo: Si todos los días te enfocas en el pensamiento de que cada día te sientes más atractivo, no pasarán muchos días y comenzarás a notar que los demás te miran más. Tu enfoque hace que ese pensamiento coja poder y comience a cambiar tu energía y tu realidad.
3.-Estar más presente en el aquí y el ahora hace que nuestro ruido mental comience a disminuir, ya que tu parloteo siempre está recordándote cosas del pasado o creando un incierto futuro, lo cual hace que no podamos enfocarnos en nuestro presente y en los pensamientos que realmente queremos tener.
TU TIENES EL PODER DE CAMBIAR TU VIDA ENFOCÁNDOTE EN LO QUE REALMENTE QUIERES
David Gómez
Coach experto en Gestión Emocional y Profesional de la Respiración
Artículo escrito para la revista Oh my god del número de marzo
Madrid, 24 de febrero de 2011