Según las metas que nos ponemos, así será lo que conseguimos. Ocurre que dejamos demasiados elementos al azar. ¿Qué tal si comenzamos por las sensaciones que queremos experimentar cuando consigamos eso que tanto deseamos?
De toda la variedad de sensaciones, ¿cuáles son tus favoritas? Algunas opciones son tranquilidad, éxito, plenitud, salud… Cuando consigas ese ascenso, esa casa, ese aprobado…. ¿qué es lo que vas a sentir?
Y ahora, haz una lista de cosas que te evocan sensaciones similares. Focaliza tu atención sobre los elementos que te hacen sentir las emociones que experimentarás cuando lo alcances, y a la vez visualízate alcanzando tu objetivo. Esta es la base de las técnicas de optimización del rendimiento en los deportistas de élite. A estas personas, que tienen desarrolladas unas competencias específicas, les hacen un entrenamiento cognitivo que tú puedes aprender a desarrollar de manera intencional para sacar el máximo partido de tus capacidades, y conseguir la mejor versión del perfil diferencial que te hace una personalidad exclusiva.
Para saber lo que realmente quieres necesitas un momento de calma, de reflexión, de tranquilidad, para que emerjan tus deseos más profundos, aquellos que has bloqueado por considerarlos inalcanzables. Tomar conciencia de ellos, definirlos en sus detalles, saborear sus resultados, hacen que comencemos a representar hacia dónde debemos dirigir nuestro foco de atención, y el interés de nuestros objetivos nos conducirán los pasos para alcanzar lo que queremos.
La imaginación, esto es, la representación mental de lo que quieres, es clave para que lo consigas. Tu esfuerzo ha de centrarse en concretar qué vas a conseguir, y el cómo llegará a tí como consecuencia de tu actitud.
Te proponemos explorar tu individualidad para dirigir tu energía hacia la consecución de tus sueños.
