Has leído bien, sí, no es una errata: reescribe tu pasado. Te propongo que reescribas lo que ya pasó. Para ello vamos a ver cómo funciona la memoria. Vivimos en un entorno inmenso, sin embargo, nuestra atención nos ayuda a seleccionar qué es lo que vamos a procesar. De la multitud de acontecimientos que nos rodean, sólo identificamos aquellos que encajan con nuestros esquemas de ese momento, y posteriormente elaboramos los recuerdos conforme vamos progresando en nuestro pensamiento. Por ello, la percepción que tenemos de nuestros dos años cuando teníamos veinte es diferente de lo que interpretábamos de nuestros recuerdos con treinta, o con cuarenta años.
Saquemos partido a este hecho y reflejemos una biografía en la que nuestras decisiones nos hagan una persona plena, satisfecha de tus aciertos, y de sus aprendizajes.
Has oído la expresión “volver a ser un niño”?. Te propongo un juego. Rememora toda tu vida desde tu nacimiento y elabora tu biografía sólo con los hitos que de manera consciente hayas decidido, lo que sintonice con tus propósitos de Año Nuevo. O desde otro ángulo, si la persona que más te quiere en el mundo escribiera sobre tu vida, ¿qué diría de ti?
